miércoles, 13 de mayo de 2020

Pobre España


En estos días terribles te das cuenta con estupefacción que hasta alguna de la gente que te rodea te impide criticar la situación actual, además de censurar la realización o divulgación de comentarios sobre la tragedia social y económica por la que transita España. 

No soportan la crítica hacia los que "deben" dirigir la Nación y dan por buena o aceptable su gestión. Es el sectarismo crónico que crucifica por norma al resto de personas que piensan de otra manera y que lo único que desean es el bien y progreso de España por encima de partidos y tendencias políticas. 

Además de todo esto, se permiten el lujo de llamarte estúpido utilizando y sentenciando con una frase lapidaria de asqueante tufo intelectual, que coincide plenamente con la ineptitud que demuestran diariamente los actuales encargados de la gestión nacional:

"Hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro". A. Einstein.


La ignorancia e incapacidad (a juego con su sectarismo), les impide conocer que la culta y pedante frasecita es una de las cientos que falsamente se atribuyen a D. Alberto Einstein. Con esta cuidada y pulcra incultura te llaman "estúpido infinito" si te atreves a censurar, opinar o pensar distinto.

En su indecente postura, coinciden plenamente con la actuación del propio gobierno, nuestro gobierno, el gobierno de todos ¡! que, desde la propia tribuna del Congreso, dirigen a los españoles que piensan distinto los calificativos de hipócritas, miserables, parásitos e inmundicia. Pero no solamente eso, desde el propio gobierno también se amenaza e insulta a la Corona, a los medios de comunicación no afines, se ataca a la Justicia, a los que llevan la bandera de España, a los ahorradores y empresarios, se utiliza a las fuerzas y cuerpos de seguridad en su beneficio y, como no, se invoca permanentemente el guerracivilismo.

Por si estos necios necesitan ampliar su envidiable erudición, yo les ofrezco otras dos frases que pueden aprender, guardar y utilizar cuando les convenga en sus animadas y cultas conversaciones habituales, que no van más allá de fútbol, tetas, albóndigas  y cerveza:














Así todo, después de reflexionar sobre el apunte intelectual de estos fenómenos, llego a la conclusión de que el universo no sé si será realmente infinito, pero de lo que estoy seguro es de que la estupidez no es infinita, se limita y abarca completamente a este nutrido grupo de sectarios enfermizos que, por desgracia, destacan por su intransigencia en esta trágica situación repleta de incompetencia, torpeza, mentiras, ruina y, sobre todo, miles y miles de cruces.



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