sábado, 21 de junio de 2014

De Torrestío a Pola de Somiedo



"Ríu arriba trupiézase cun unus peñascus curtantes claváus nas ouriesas de él, unu enfrente del outru furmandu un precipiciu que se chama el saltul rebezu. Acábase así turebarju ya cumienza turestiu. Súbese ahora un poucu y aparez una vega de prederíu; corre pul mediu el ríu burdeáu de sauces entre lus que mosca el ganáu cuandu fay calor".

El párrafo que reproducimos pertenece a la considera ya una obra clásica del babiano Guzmán Álvarez, “El habla de Babia y Laciana” (1949) http://www.saber.es/web/biblioteca/libros/personajes-leoneses/html/inclasificables.php, escrita en “pachuezo”, el habla popular de Babia. En él aparecen nombradas las localidades leonesas de Torrebarrio y Torrestío. Estas dos poblaciones pertenecen a la comarca de Babia, comarca de la montaña de León que desde octubre de 2004 es Reserva dHorreoe la Biosfera, en reconocimiento a sus valores culturales y a su sorprendente ecosistema.

Torrestío está situado al norte de la provincia, en plena Cordillera Cantábrica, en la cabecera de los valles de las Partidas y Sañedo, rodeado por grandes alturas y bañado por el arroyo de la Carrera. “Torre estío” es un topónimo cuyo posible origen sea debido la existencia de una importante construcción pétrea para pastores trashumantes que se ocupaba durante los veranos, en el estío. La edificación ya no existe, pero si podemos observar entre el caserío varios sorprendentes e interesantes hórreos, de influencia asturiana, con cubierta de teja o pizarra y que, lamentablemente, no podemos visitar ninguno de ellos con detenimiento, como sería nuestro deseo.

EnebroEl pasado 7 de junio, desde Torrestío, iniciamos una travesía que finalizará en la población asturiana de Pola de Somiedo. Esta ruta transcurrirá a través de los célebres lagos glaciares de Saliencia que forman parte del Parque Nacional de Somiedo. Iniciamos el camino hacia el norte, con una climatología cambiante pero con temperatura suave, por una ancha pista que se construyó para dar salida al mineral de hierro de la Mina Santa Rita. Vamos en dirección a Asturias, hacia el Alto de la Farrapona, a 4 km de distancia de Torrestío, salvando 420 m. de desnivel y a través del Valle de Sañedo, siguiendo el arroyo Traspando que nos acompañará en toda la subida.
Xestas
Apenas unos metros de la salida de la localidad babianao dejamos a la izquierda el desvío a la conocida Cascada de la Foz, salto de agua que, desgraciadamente, no podemos disfrutar al imponerse la “agenda”. La pista serpentea en permanente subida por el valle en el que escasea la alta vegetación, pero abunda el matorral compuesto de frankenias y, principalmente de enebros rastreros que muestran su escasa pero bella floración blanca, violetas o rosa y, sobre todo
de aulaga, conocida también como genista, retama, escoba, etc, con el explosivo color amarillo de sus flores, un ejemplo de la belleza de lo cotidiano, y que en Galicia es conocida como xesta, la flor de mayo, la mágica flor de enamorados: Cando a xesta fai tris-tras, busca muller, que a terás.

Por la izquierda dejamos atrás las moles de caliza formadas por Peña Redonda y Traspando, en donde todavía observamos algunos neveros. Por la derecha la Contera y las alturas de los Puertos de Balbarán, grandes laderas de verdes pastos.

Farrapona

El viento nos recibe con fuerza en el Alto de la Farrapona, a 1709 m, límite provincial entre Asturias y León. Hasta allí llega la carretera que une este puerto con Pola de Somiedo y Belmonte, carretera asfaltada que es la más alta de Asturias. Desde el alto, conocido también como Collada de Balbarán, se contempla el amplio valle de Saliencia que dejamos a la derecha siguiendo una ancha pista que sale hacia el oeste y recorre parte de la cabecera del valle: P.R. AS-15 (Ruta de los Lagos). Tras 15 minutos de descenso alcanzamos el primero de lagos, el Lago de la Cueva o de La Mina, a 1590 m de altitud, con una superficie de 7,5 ha (sobre 15 campos de futbol) y 27 m de Lago de la Minaprofundidad. Sus aguas, a pesar del viento, están serenas y se aprecian trasparentes y limpias a pesar de la explotación minera que allí vertía parte de sus desechos.

El lago se encuentra a los pies de Peña de la Cueva, pico que se eleva a 1683 m. Desde el año 2009 se celebra en el mes de septiembre la fiesta de la Trashumancia, en la pradería existente a los pies de este risco que cuenta en su base con unos enormes magníficos y enormes abrigos naturales, la Fiesta de la Trashumancia. Su finalidad es divulgar y dar a conocer la vida de los pastores que venían del sur por las cañadas reales acompañando a sus enormes rebaños, para pasar parte de la primavera, el verano y algo del otoño en estos pastos de altura. No faltará en esta fiesta la “gran borregada”, un pote paPeña de la Cuevara todos los asistentes a base, por supuesto, de carne de oveja.

La caliza en esta zona está mineralizada con mineral hierro. Cerca de la orilla del lago se observa la entrada a la mina Santa Rita, activa desde 1805 a 1978 y rica en óxido de hierro, que tuvo importantes repercusiones socioeconómicas en la población del Valle de Saliencia. Esta explotación provocó un enorme impacto ambiental afectando al lago, cuyas aguas se tiñeron de rojo, a sus orillas repletas de escombros y desechos, y a las laderas completamente peladas a causa de la acción intensiva del hombre.

En la actualidad el lago ya no tiene ese color rojizo y las construcciones y la mayoría de las escombreras han desaparecido. La primera noticia existente sobre la extracción de mineral es de 1805, antes de la Guerra de la Independencia, fecha en la que se corrobora la construcción de ocho cañones de excelente calidad. En la primera mitad del siglo XX la explotación es esporádica y se realizaba a cielo abierto. Será desde 1956 a 1978 cuando los trabajos se harán continuos, salvo en invierno, y se aplicarámINAn nuevos métodos de explotación, se utilizará maquinaria puntera, construyéndose alojamientos para los trabajadores, que llegarán desde muchos puntos de los alrededores, incluso desde León.

Tras el cierre definitivo en 1978 (última mina de hierro de Asturias), desde 1994 se abordan los planes de rehabilitación ambiental a base de tierra vegetal e introducción de especies propias de los pastizales y matorrales de la flora del Parque de Somiedo, que ha resultado un éxito según hemos podido comprobar por el aspecto actual que muestra la caldera que rodea el lago.

La vegetación autóctona que se asienta sobre estos sustratos calcáreos del entorno de los lagos de Somiedo es esencialmente de matorral. Domina el enebro ME-16083rastrero que aparece permanentemente, la sabina en su modalidad también rastrera, la genciana y el torvisco, del que pudimos fotografiar alguna floración a pesar de la alocada celeridad que aplica la mayoría de la “expedición”. Pero, igual que ocurría en la parte leonesa, la conocida como genista, aulaga, escoba o retama con su potente floración amarilla y que forma grandes aulagares, predomina en todas las laderas y surge poderosa entre los riscos y calizas. Como más adelante veremos, la escoba será protagonista de los tejados de las construcciones típicas de las brañas: los teitos.

Remontamos rápidamente el hoyo que forma el Lago de la Cueva por la antigua pista de la mina en dirección sur, dejando a nuestra derecha una pequeña laguna llamada Almagrera o de la Mina, de no más de 2 m de profundidad, que, aunque termina secándose en verano, todavía mantiene gran cantidad de agua de tonalidad verde debido a la gran cantidad de carófitos o algas de agua dulce.

Almagrera

El origen de los lagos en la zona se debe a la formación de morrenas cuaternarias, que modelaron las primigenias estructuras que surgieron con los fenómenos tectónicos de la orogenia alpina. Los lagos de Somiedo son, por tanto, lagos de procedencia glaciar. Se generaron cuando los glaciares se fundieron y las aguas de lluvia y escorrentía se acumularon en depresiones que, excavadas y formadas por los hielos, formaron lagos y lagunas en zonas en las que el suelo resultaba impermeable.

Negro

Sobrepasamos el collado de la Almagrera por senderos propios del ganado, bastante incómodos para caminar al ser muy estrechos y estar parcialmente hundidos. Desde la Horcada de Calabazosa descubrimos a nuestra izquierda el Lago Calabazosa o Negro (por el color de sus aguas), de 60 m de profundidad y con una superficie de 22,5 ha. Su magnitud se aprecia en su contorno: 1,5 km. A la derecha el Lago Cerveriz con 14 m de profundidad y 10 ha, que se encuentra a los pies de los Picos Albos con alturas que sobrepasan los 2000 m.

Cerveriz

Todo este complejo lacustre, junto con el Lago del Valle que luego conoceremos, está aprovechado por la empresa Hidroeléctrica del Cantábrico, que, a través de compuertas y conductos, alguno de ellos naturales, los comunican y llevan esta canalización a través del valle de Saliencia hasta la localidad de Valle del Lago. Allí se regulará su caudal en la Casa Compuerta qMalvaue se localiza a la entrada de la población. Esta brillante obra de ingeniería de principios del s. XX, conduce el agua hasta el Alto del Gurugú, para desde allí, en un gigantesco salto de más de medio kilómetro, convertir su tremenda fuerza en kilovatios, que se generan en la central eléctrica de Malva, a 2 km al norte de Pola de Somiedo.

La marcha continúa hacia el noroeste por la Vega de Cerveriz y la Vega de Fresnedo, donde, por fin, se hace un descanso. Nuevamente en marcha y tras remontar una pequeña altura denominada Loma Cavera, alcanzamos la conocida Vega de Camayor, todavía con algún nevRubiaero del que, parcamente, podemos disfrutar. La Vega de Camayor es una gran planicie herbácea entre las enormes alturas que la rodean, repleta de cursos de agua y en donde encontramos un importante número de vacas roxas (rubias) asturianas. Esta raza de bóvido es fácilmente distinguible por su color pardo rojizo, cuernos en forma de lira, tamaño medio con cuartos traseros anchos y mucosas negras. Es gran productora de carne.

No es de extrañar que exista en el lado sur de esta vega dos brañas: Arbichales y Sallecia. La braña es el nombre que recibe el pastizal de altura y su forma de explotación, utilizando los recursos que ofrece la estación veraniega. Normalmente son de aprovechamiento comunal y en todas ellas se construye una o varias cabañas para pastores. Estas cabañas son los ya mencionados teitos, que mantienen una forma y construcción peculiar que trataremos de descubrir y desentrañar si podemos acercarnos a desde loma Camayoralguna de ellas en el caso de que baje el ritmo impuesto de marcha.

Al final de la vega coronamos la Loma de Camayor en donde una señal marca el camino de regreso a La Farrapona y la dirección a tomar para llegar al Lago del Valle. Desde este fantástico mirador se descubre todo un espectáculo de cimas, agujas calizas y pequeños valles. A la derecha el Cueto de la Bruxas y enfrente la espléndida Peña la Braña con sus 1800m y su imponente cumbre de roquedo, en donde pudimos distinguir una pareja de rebecos entre los riscos.

2014-06-07 13.17.20

Iniciamos la bajada por la ladera denominada el Gavitón, utilizando una senda tortuosa, estrecha y escarpada en dirección al lago. Una ladera de peñas y derrubios, plagada de aulagas que la tiñen de amarillo y de gamones, más hacia el valle, que muestran ya sus últimas floraciones. Desde un pequeño mirador descubrimos a lo lejos el Lago del Valle, con su característico islote en el centro al que llaman el Entreiro. Es el lago más grande de Asturias con una superficie de 23,5 ha, 45 m de profundidad y 2 km de perímetro. Tras él, hacia el sur, la cadena de la Sierra de la Mortera, línea divisoria con la provincia de León, todavía con sus cumbres colmadas de nieve y con el techo de Somiedo a la izquierda: Torre de Orniz, de 2.200 m.

Valle

Descendemos hacia la cabecera del valle. Allí un breve y último descanso para continuar precipitadamente la ruta, dejando a nuestra espalda el lago. Alcanzamos la pista que recorre toda la llanura en dirección a la localidad de Valle del Lago, a unos 7 km. Atravesamos la llamada Pradera del Valle, para adentrarnos en las Veigas de Prao, praderas muy cuidadas por los vecinos. Por la derecha y protegiendo el valle del Acebosviento del norte alturas como Las Cruces, La Estaca, o Peña Blanca. Por la izquierda y bajo los altos roquedos propiedad de rebecos y águilas, pequeños bosques de árboles autóctonos donde el haya es la reina por debajo de los 1600 metros. También abunda el avellano, robles y servales; no son desconocidos tampoco los alisos y abedules, ni el tejo y el acebo, del que conseguimos ver algunos grandes y bellos ejemplares.

En estas alturas y bosques es donde se localiza una de las grandes reservas de oso pardo, ahora más afortunado en su desarrollo que el urugallo. También es frecuente en la zona el lobo, zorro y jabalí y por las zonas más altas el ciervo, corzo y rebeco.

Son múltiples las brañas a lo largo de este valle, con sus características cabañas: Corva, Gabitón, Arixiende o el Curuxéo están delimitadas con cercas tradicionales de piedra seca, sin argamasa, que aquí se llaman corradas. El testigo permanente de las brañas es la cabaña de teito, de origen antiguo, que aprovecha en su construcción los recursos naturales que ofrece el medio y que es común en muchos lugares, también en la provincia de León. Esta1 denominación designa cualquier construcción que tiene su cubierta realizada con materia vegetal a base de retamas, escobas, brezos, paja, etc. Su destino es vivienda o refugio, pero también se construyen de esta manera: hórreos, pajares, abrigos para el ganado o cualquier otra construcción auxiliar.

El teito de Somiedo y norte de León es regularmente de planta cuadrada y techo de escobas a cuatro aguas, con bastante inclinación para que pueda resbalar fácilmente la lluvia y la nieve. Este cubrimiento se apoya sobre pequeños muros de piedra irregular. El techo es la parte más significativa y sorprendente de estas cabañas. Se sustenta sobre vigas de madera, la mayoría de haya por ser árbol predominante. Sobre la estructura de madera se coloca unTeitoa capa de brezo entrelazada con varas de avellano, también abundante en el lugar. Las ramas de escobas se van clavando sobre la estructura con el tallo hacia arriba y se comienza la cubrición de abajo arriba. Este trabajo tiene que ser ejecutado tras la corta de la escoba a ras de suelo después del verano, entre los meses de septiembre y noviembre. Este corte periódico de matorrales supone también un beneficio para las brañas o praderías, pues de lo contrario esta planta las invadiría de manera endémica.

Las ramas han de clavarse verdes, pues de ello depende la impermeabilización de toda la construcción. La capa suele ser muy gruesteito 2a, de más de 50 cm, siendo las reparaciones frecuentes cada año después de soportar los rigores del invierno. La parte superior del techo, llamada cume, suele protegerse de forma especial, generalmente con largos maderos, llamados zancos, que se colocan a horcajadas sobre el cume.

Después de una larga marcha de 6 km por el valle, llegamos al primer caserío que es un barrio de Valle del Lago: Auteiro, en donde se aprecia la influencia turística de la zona por los negocios de hostelería existente. Un kilómetro más adelante alcanzamos el centro de la población de Valle del Lago. Resulta imposible hacer un pequeño descanso ante la severidad de la marcha y la posibilidad de equivocarnos de camino.

Casualmente y gracias a unas indicaciones, abandonamos la carretera en el medio del pueblo. Cruzamos el río del Valle en dirección a la Iglesia de Santa María Magdalena, por una veredIglesiaa entre árboles de ribera que, según supimos después, es mejor ruta y menor distancia que la que por carreta nos lleva a la población del Coto, donde el autobús nos espera para trasladarnos a Pola Somiedo.

Continuamos siguiendo la margen izquierda del río, por la ladera llamada el Pontón. A lo lejos conseguimos divisar la Casa Compuerta, el embalse donde se regula el caudal de agua que se recibe de los lagos y que, según las necesidades, se envía hacia el Gurugú, para desde allí generar electricidad en la central de Malva, como ya vimos.

Bordeamos la fotografiada Peña Furada para bajar al curso del arroyo Sousas y el bosque de la Enramada, que seguimos durante 3 km hasta llegar al barrio de San Miguel de Liera, barrio de la localidad dPeña furadae El Coto, donde espera el autobús. Han sido 24 km., que han resultado muy duros por la celeridad empleada.

No tiene ningún sentido realizar una ruta por los Lagos de Saliencia, declarados Monumento Natural desde el 2003, para demostrar un poderío físico que se puede efectuar en una cinta de gimnasio. Caminar es sinónimo de recorrer, de pasar, de viajar … y el viaje simboliza una aventura y, por supuesto, una “búsqueda” del conocimiento. Lo incomprensible es la renuncia a comprender y aprender que forman parte de esa gran aventura.

Terminamos el día en el restaurante-sidrería Castillo del Alba, en Pola de Somiedo. Repusimos fuerzas y, sobre todo, humor, gracias a una tradicional espicha en donde lo mejor fue … la sidra.

Castillo de Alba


 
- Hórreo salido de Torrestío. León.
- Enebro y escobas.
- Floración escobas.
- Frankenia.
- Alto de la Farrapona. Asturias-León.
- Lago de la Mina.
- Peña de la Cueva. Abrigos naturales. Fiesta de la Trashumancia.
- Antiguas instalaciones mina Santa Rita.
- Entrada mina Santa Rita.
- Laguna Almagrera.
- Lago Calabazosa.
- Lago Cerveriz.
- Central eléctrica de Malva.
- Vega Camayor. Rubia asturiana.
- Vista desde Loma Camayor.
- Lago del Valle. Sierra de la Mortera. Torre de Orniz.
- Panorámica del valle. Al fondo Valle del Lago.
- Acebos.
- Oso pardo del Parque de Somiedo.
- Teito Veigas de Prao.
- Teito Pradera del Valle.
- Iglesia de Santa María Magdalena en Valle del Lago.
- Peña Furada.
- Restaurante-sidrería Castillo del Alba.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sorprendente belleza natural.Un paisaje para disfrutarlo.
Un abrazo.

América dijo...

Bella excursión o recorrido,mas allá de los tiempos que a veces es dificil determinar o entender por todos.
Me encanta la celebración de la Trashumancia,como casi todas las tradiciones debe ser como regresar al pasado ,experimentando el espíritu de la época.
Es de celebrar también el rescate de la zona y la introducción de especies propias de los pastizales y matorrales de la flora del Parque de Somiedo,la mano del hombre destruye y construye en este caso gracias a la generosidad de la naturaleza, la ruta por los lagos es sin duda un regalo para los sentidos.
Un abrazo directo querido amigo.
Maravilloso articulo.