Al noroeste de la provincial de León se extiende por varios términos municipales
entre ellos Riaño, Prioro o Boca de Huérgano, uno de los Espacios Naturales
Protegidos de Castilla y León desde 1994: el Parque Regional de Picos de
Europa, uno de los más importantes tesoros naturales de España, que muestra
un relieve muy escarpado con grandes diferencias en las cotas de valles y
cumbres, donde algunas llegan a sobrepasar los 2.500 m. No debe confundirse con
el Parque Nacional de Picos de Europa que se encuentra al norte y ocupa
territorio de tres provincias: Asturias, Cantabria y León.
La protección de este territorio de más de 1.200 km2, mantiene otras figuras de defensa de la naturaleza por su calidad paisajística y ecológica. Una zona de protección de especies arbóreas y otra de protección de lagos, además de contar con un plan especial de recuperación del urogallo y del oso pardo, y estar catalogado como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
Como no podía ser de otra manera, la erosión producida por el agua y el hielo han trasformado y modelado el relieve actual, compuesto principalmente por un modelado glacial, kárstico y de cursos de agua, que producen crestas, simas, hoces, gargantas, etc., y los abundantes y característicos valles en forma de U. Entre la litología que caracteriza al Parque Regional están las cuarcitas de la zona de Riaño, las calizas del Macizo de Mampodre y de las estribaciones de Picos de Europa, y los conglomerados de la Sierra de Orpiñas, zona ésta última seleccionada para realizar la ineludible ruta de primavera.
El pasado sábado 2 de junio nos dirigimos a Tierra de la Reina, zona que se encuentra enclavada en el Parque Regional, concretamente a Llánaves de la Reina, población que se encuentra a más de 2 horas de autobús de la capital, siguiendo la Ruta Vadiniense, que parte de León hacia la localidad santanderina de Potes. Era el Camino de Santiago o Ruta Jacobea por Liébana que ofrecía al peregrino devoto de la antigüedad, la oportunidad de visitar dos de los centros de peregrinación de mayor trascendencia cristiana: el Monasterio de Santo Toribio de Liébana y la Catedral de Santiago de Compostela.
En cuanto al término de la Reina existen varias hipótesis sobre el determinativo. La tradición recoge, siempre con su gran parte de leyenda, que podríamos estar hablando de los territorios de Doña Constanza Enríquez, residente en esta zona y nieta de un hijo ilegítimo del rey Alfonso XI (1312-1350).
Sin embargo, esta dama no fue “reina” y ya en aquel momento, siglo XIV, se hacía mención a estos parajes como de la Reina. Parece con más fundamento atribuir el origen del término a Doña Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla (1158-1214), casada con Alfonso IX de León en 1197, y a la que se dota en las capitulaciones matrimoniales con varios castillos, uno de ellos el de Portella (Portilla de la Reina). Estas tierras y fortalezas las hace suyas tras su separación de Alfonso IX en 1204, al anular el Papa Inocencio III su matrimonio alegando parentesco.
Hay quién deja aparte los nombres propios y tradiciones reales y hace proceder el determinativo, del término celta: reka (“curso de agua”). Por lo que todos los apellidos de los pueblos de la zona, procederían del rio que trascurre por ellos, el Yuso, que antiguamente gozó de distintas denominaciones.
Pasando Llánaves en la N-621 y en dirección al Puerto de San Glorio, a 50 metros se cruza un puente sobre el arroyo Naranco. Se continua por una pista de hormigón, dejando el torrente a la derecha, hasta encontrar el indicador de la ruta PR-LE-22, que nos llevará primeramente al Valle Naranco que discurre de oeste a este.
A primera hora de la mañana, a pesar de un cielo gris, la temperatura resulta muy agradable para caminar. Aunque las previsiones del tiempo eran realmente malas por lluvia y tormentas, pudimos disfrutar de un magnífico día durante todo el trayecto y hasta en varias ocasiones el sol apareció con fuerza.
Mientras ascendemos por la ladera de La Solana, con sus dos picos de más de 1800 metros: Nave y Devesa, el cemento del ancho camino se convierte en pista de tierra y piedras. No existe arboleda, pero aparece con fuerza la floración amarilla de las retamas, el tímido azul de alguna escondida genciana y algún oculto ranúnculo de un blanco espléndido.
A la derecha, las laderas y cumbres de la Sierra de Orpiñas que, según dicen, es territorio del rey del valle: el oso pardo cantábrico. En el centro, una torre forestal elevada que, situada estratégicamente, controla la totalidad del valle y sus vertientes. Muy cerca, sobre la pradera, varios buitres leonados dan cuenta de los restos de algún animal que la distancia nos impide identificar. Lo que si apreciamos, con asombro, es el lento y complejo “despegue” de esta enorme ave que suele tener más de 2 metros de envergadura, y que en el aire se convierte en un auténtico planeador, pues apenas mueve las alas y aprovecha, como nadie, las corrientes.
Cruzamos el Arroyo de la Vega, que baja desde el norte por el corte del Portillo del Boquerón, donde encontramos un importante reducto de brezos con su destacada floración blanca. Más adelante, a lo lejos, se destaca la pequeña construcción del refugio de Tajahierro, cerrado en esta época, que controla la totalidad del Valle.
En el exterior del refugio se hace un pequeño descanso para reponer y contemplar la belleza de este valle leonés, con su enorme pradería rodeada de las altas cumbres de conglomerados de las peñas de Orpiñas, que habrá que cruzar para pasar a otra vertiente, al valle por el que regresaremos: el Valle Lechada. En dirección sur, en lo alto, se descubre el paso natural al otro valle gracias a un gran canchal que destaca sobre el color verde del matorral de la ladera.
Hacia allí nos dirigimos en una brusca pendiente por la falda de solana del Alto del Naranco de 2219 metros, que domina la mayor parte del valle y por el que discurren varios torrentes que tendremos que cruzar: Majarribas, Vegas Rubias y Nueve Fuentes, que alimentan el Arroyo Naranco. Cerca de estos cursos de agua predominan las gencianas, aun sin floración, pero acompañas de preciosas caltas amarillas, también llamada hierba centella.
Cuando la pista finaliza, se continúa por una senda bien marcada que asciende a la quebrada del Boquerón de Bobias, el paso natural de la Sierra que conduce directamente al Valle Lechada. Entre la vegetación de bajo matorral donde las retamas con su explosiva floración amarilla continúan dominando el paisaje, de vez en cuando aparecen las florecillas blancas del brezo y las moradas de los gallaritos, que surgen entre las escasas formaciones calizas.
El último tramo salva un importante desnivel, es el último repecho duro pero breve que deja a nuestra derecha el canchal que marca el paso natural entre valles, y nos lleva a las primeras rocas de conglomerados de la Sierra que podemos observar de cerca. Son rocas formadas por canto rodado y guijarros, conocidas como “pudingas”. Sobre ellas la presencia de líquenes crustáceos que viven fusionados a la superficie de la roca, le otorgan una característica coloración amarillo-verdosa.
El Boquerón de Bobias, a 1866 metros, es el punto más alto de nuestra ruta y el lugar por donde accederemos al Valle Lechada, con su espectacular cabecera que ofrece una panorámica de cumbres que rondan los 2500 metros de altura, exhibiendo en todas sus laderas soberbios circos de origen glacial. Este paso o hendidura es considerado un buen ejemplo de transfluencia glacial, esto es, el desbordamiento de un glacial que acaba pasando de un valle a otro.
Desde el Boquerón de Bobias, donde hacemos una larga parada para comer, asistimos a una estupenda muestra del glaciarismo cuaternario que se desarrolló en la Cordillera Cantábrica, además de disfrutar de unas espléndidas vistas: hacia el norte, dibujados en el horizonte, los tres imponentes macizos de los Picos de Europa de calizas plateadas, con sus cumbres aún nevadas; el Coriscao con sus 2300 metros, hacia el noroeste; en el este, el Alto de Cubil del Can (Cantabria) de 2201 m., el Pico tres Provincias de 2500 m., el Pico de las Lomas de 2460 y Peña Prieta de 2540, éstos últimos en el Cordal de Fuentes Carrionas (Palencia).
Es en estos picos donde está prevista la Estación Invernal de San Glorio que tanta polémica suscita. Afectaría a las provincias de Cantabria, Palencia y León, en concreto a los valles de Lechada y Naranco en León, Cubil de Can en Cantabria y el Valle de las Lomas en Palencia.
Desde el collado bajamos unos 200 metros por un sendero casi perdido entre las retamas, hasta alcanzar la pista del Valle Lechada que viene desde la ladera del Pico Tres Provincias.
La pista discurre alejada del Arroyo Bobias, por la ladera de La Redondeada, aunque al lado del pequeño reguero descubrimos una senda que, en principio, parece mucho más agradable de transitar que por la pista de tierra y piedra por la que caminamos, donde en algún momento hemos tenido que parar para dejar paso a vehículos.
Según descendemos el valle se abre. Un curso de agua que procedente de la otra vertiente del valle, se junta con el reguero de Bobias y forma el río Lechada, con un curso importante y saltos de agua, como la conocida como Cascada Lechada, que nos hacen desear caminar más cerca del torrente, en vez de seguir la incomoda pista.
Al otro lado del valle, por Vega Redonda, se distingue a lo lejos una manada de rebecos que suben tranquilamente en diagonal por la vertiente. En lo alto, en vuelo circular sobre los riscos, volvemos a observar un grupo de buitres leonados en permanente observación del suelo, mientras se deslizan pausadamente por las corrientes de aire sin apenas ningún esfuerzo.
Poco a poco el matorral deja paso a una vegetación de ribera y pradería. Los gamones invaden muchos de lugares y algunas otras floraciones ponen una nota de color sobre el predominante verde de los prados. Aunque no conseguimos ver ningún capilote, la flor más bella y deseada de Picos de Europa que aparece en abundancia en los prados y pastizales a finales de primavera, si pudimos apreciar alguna morada orquídea y grupos compactos de las siempre bellas genistas en plena floración.
Durante una parada a la altura de Peñas del Rey, nos sorprendió el ruido continuado del deslizamiento de piedras por un canchal muy vertical. El sol, que en ese momento calienta con fuerza, nos permite ver la caída de un cérvido por la alta pared caliza, que se va golpeando constantemente con las rocas en su caída, hasta que queda completamente parado entre el roquedo.
La escena, poco frecuente, hace que algunos dejemos la pista y nos acerquemos al canchal, que está mucho más lejos de lo que parece. Localizamos al animal, una cierva de 60 o 70 kg. de peso y posiblemente preñada, entre las rocas del canchal con la cabeza y cuello destrozados por la caída. Asustada o despistada, debió perder la orientación unos 100 metros más arriba, donde algunos árboles y matorrales ocultan una pared de caliza completamente vertical.
Tras el triste incidente, continuamos por la monótona pista que se va encajonando entre las paredes del valle que se van acercando al curso del arroyo. No son calizas, son las conocidas pudingas que encajonan el río Lechada. En sus orillas, avellanos, servales, aun con su flor blanca, y abedules.
La pista termina en un tramo de la carretera N-621, muy cerca de Portilla de la Reina, donde después de 15 km y 5 horas de camino nos espera de nuevo el autocar. Unas cervezas, una improvisada terraza y un manejo excelente de navaja sobre un queso de la zona, sirven de exquisito aperitivo antes de unas exquisitas patatas con corzo y un sabroso lechazo asado, regado con buen vinito en el Restaurante Ventasierra de Valdoré. Un estupendo punto final a la ruta de primavera de “Andarines”.
-Video: Andarines. Música de Vicente Amigo: Poeta en el Viento.
- Mapa Parque Regional de los Picos de Europa.
- Anagrama del Parque Regional de Picos de Europa.
- Alfonso IX de León. Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela.
- Google Earth: perspectiva de ruta, Parte Regional, Picos de Europa y Mar Cantábrico.
- Inicio ruta.
- Ranúnculos blancos.
- Buitre leonado.
- Panorámica Valle Naranco.
- Caltas y gencianas.
- Pudingas de Boquerón de Bobias.
- Circos glaciares de la cabecera de Valle Lechada.
- Panorámica de los picos cabecera Valle Lechada.
- Cascada río Lechada.
- Gamones.
- Orquídea y genistas.
- Tres imágenes "accidente" en el canchal.
- Un bello ejemplar de la protegida Centranthus.
- Mapa Parque Regional de los Picos de Europa.
- Anagrama del Parque Regional de Picos de Europa.
- Alfonso IX de León. Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela.
- Google Earth: perspectiva de ruta, Parte Regional, Picos de Europa y Mar Cantábrico.
- Inicio ruta.
- Ranúnculos blancos.
- Buitre leonado.
- Panorámica Valle Naranco.
- Caltas y gencianas.
- Pudingas de Boquerón de Bobias.
- Circos glaciares de la cabecera de Valle Lechada.
- Panorámica de los picos cabecera Valle Lechada.
- Cascada río Lechada.
- Gamones.
- Orquídea y genistas.
- Tres imágenes "accidente" en el canchal.
- Un bello ejemplar de la protegida Centranthus.
4 comentarios:
Un recorrido fantástico sólo roto por el accidente de la cierva. Que pena me dio, supongo que esto forma parte de la vida en la naturaleza.
Fonsado.
Un espacio natural hermoso y una experiencia de convivencia muy interesante.El vídeo recoge imágenes muy hermosas,la flora es espectacular.
El incidente del cérvido como dices fue una nota triste,me hace pensar también en los peligros de esos parajes imponentes.
Muy buen trabajo.la música especial como siempre.
Un abrazo directo.
Leo: No fue ni es algo habitual este tipo de accidentes en animales acostumbrados a transitar por este medio abrupto. Más bien son las enfermedades y sobre todo el hombre, el principal peligro de los bosques y montañas de Picos. Una desgraciada casualidad.
Gracias y un abrazo
América: La Naturaleza no deja nunca de asombrarnos y, cuando entras en estos lugares inmensos, aun resulta mucho más espectacular.
Vicente Amigo, en todo momento, espectacular.
Gracias América. Un abrazo.
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