En el interior de los campamentos romanos, las insignias, emblemas y distintivos de la legión, los signa militaria, se custodiaban en el aedes signorum, lugar sagrado de los principa, que es la construcción campamental que alberga el cuartel general de la legión, además de ser el centro jurídico-administrativo y religioso.
El edificio de los principia seguía unos patrones definidos, tanto en tamaño, como en estructura y ubicación en el interior de los campamentos permanente romanos (castra stativa). Su arquitectura mostraba siempre una disposición triple: un patio interior, un espacio porticado sostenido por columnas y en el que se abrían las distintas estancias administrativas, y una basílica o nave elevada al fondo del recinto en cuyo interior se encontraba el lugar sagrado, el aedes, donde no se podía entrar armado o empleando la fuerza. En el edificio se formalizaban las funciones religiosas, administrativas, pero también judiciales, y se erigían altares y estatuas a los emperadores, además de contener la caja de la legión.
En el aedes del principia y sobre un podio o estrado, como se ha comprobado en las excavaciones de algún campamento de Inglaterra (Risingham y Collen), se situaba el águila de la legión y todos los emblemas e insignias de la misma, como se observa en la reconstrucción del aedes del principia de Noviomagus (Holanda): el vexillum de la legión en el centro, el águila a su izquierda y un asta a la derecha; a ambos lados, como pueden verse en la reproducción, los signum de las diferentes centurias.
Es lógico que reservaran un lugar especial para las águilas y demás insignias pues significaban mucho para los romanos, digamos que eran la fuerza aglutinante que mantenía unidos a los soldados aunque estos fueran de lo más dispar.
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