A menos de dos semanas de la “celebración” del 24 de abril, no se deben olvidar los sucesos producidos un mes antes en la ciudad, el 28 de marzo, y que, posiblemente, encierran un carácter más crítico contra la situación política del momento y la estancia del invasor francés, que había entrado en
Según refiere el Conde de Toreno en su obra, “Guerra de
En la noche del 17 al 18 de marzo de 1808, el conde de Montijo junto con otros nobles amotinó a los habitantes de Aranjuez y de otros pueblos cercanos, para que acudieran al Real Sitio a “defender” al rey: “… rondaba voluntariamente el paisanaje durante la noche, capitaneándole disfrazado, bajo el nombre de tío Pedro, el inquieto y bullicioso Conde del Montijo …”. El resultado fue la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando y la detención de Godoy.
En la capital leonesa hubo un trasunto de la rebelión de Aranjuez a los once días del acontecimiento, que quedó reflejado en el acta municipal correspondiente al 1 de abril de 1808. En dicha memoria, se da cuenta de los acontecimientos referentes a la renuncia de Carlos IV y la subida al trono de Fernando VII, pero también, se hace cumplida mención de la revuelta que protagoniza la población leonesa y que se conoce como “motín de la hogaza”.
El 28 de marzo de 1808, los leoneses, conocedores de lo acaecido en Aranjuez unos días antes, se concentran ante la residencia de D. Felipe Sierra y Pambley, comisionado regio, requiriéndole que arroje a la calle el retrato de Godoy para arrastrarlo por las calles y quemarlo, solicitando además, la supresión de la nueva e impopular tasa sobre el vino, de la que se decía que había sido impuesta por el favorito. El comisionado real se negó a las exigencias de los alborotadores y, en vez del retrato de Godoy, lanzó desde una ventana a los amotinados una hogaza de pan.
Puestos a comparar las dos algaradas leonesas, resulta significativo que, mientras las concentraciones del 24 de abril se producen en apoyo y exaltación del nuevo monarca Fernando VII, y nada tienen que ver sobre la presencia de los franceses en León, ni en el territorio nacional, la revuelta del 28 de marzo en la ciudad tiene un carácter más "revolucionario", en cuanto que se trata de una manifestación popular contra la política seguida por el valido de Carlos IV, que implicaba el tratado con los franceses y la consecuente ocupación militar de
- "Manuel Godoy". Antonio Carnicero
- Felipe Sierra Pambley
- Consistorio. Plaza Mayor de León
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